LA NOCHE SE HABÍA VUELTO
La noche se había vuelto
salvajemente púrpura,
creando lanzas sin sentido,
hiriendo los cometas estelares
que pasaban surcando el universo
sin destino.
La noche se había vuelto
salvajemente púrpura,
lloraban las mortajas,
de tanta soledad sin cielo,
de tanta ausencia sin estrellas,
de tantos demonios libres
escapados de sus gárgolas.
Avanzaba el minuto ingrávido
por este valle,
caminando a tientas
buscando el instante,
cuando la claridad inusitada
abrió una herida,
creándose
el dolor del mundo.
La obscuridad,
fue más profunda
que la noche,
se había vuelto púrpura,
no pudimos buscar
las lacerantes aristas
de una estrella,
que nos despertara
pinchándonos la herida,
que nos ahogara
desangrándonos el alma,
que nos retorciera
con un cruel dolor,
que nos sorprendiera
quemándonos el alma
para poder
volver a amar.
En esta noche
salvajemente púrpura,
no pudimos contemplar
las mariposas
de alas rotas,
nacidas
e impregnadas
con el polvo itinerante
dejado por los esqueletos
olvidados en el camino.
No hubo tan siquiera
una estrella
que nos despertase
de este sueño de aquelarres,
y nos alejara
de esta humanidad tan diáfana,
tan insolentemente lógobre,
que había opacado los colores
del celeste cielo,
volviéndolos eternamente púrpura,
sin una estrella,
sin una huella,
sin un amor verdadero
que encendiera el candil,
y nos mostrara el camino,
para poder traspasar
las eternas tinieblas.
Berkanaluz
D.R.www.alasrotaspoesia.blogspot.com
La imagen fue tomada de internet,
y es parte del trabajo del artista y fotografo
Vasco Ascolini
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