NO SABÍA
No sabía del dolor,
hasta sentirlo,
no sabía,
como ilumina una estrella
hasta apagarse,
no sabía de la sed
hasta tenerla,
no era agua,
era la falta de tus besos,
era la falta de tu piel,
era la ausencia de tus ojos,
que ya no querían ver.
Era la sed,
extraña sed
de abrazos,
que erizaran la piel,
de miradas
que dertitieran el alma,
y de amor,
que se dejara querer.
Era tanto,
era todo,
pero nunca lo quisiste saber.
Berkanaluz
D.R.
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